Para aquel que no lo ha visto nunca, sorprende. Para él, le parece lo más normal del mundo. Porque aprendió a luchar dentro de su discapacidad y demostró al mundo que cuando uno pone todo lo mejor de sí mismo, sólo existen barreras que superar.

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A pesar de la ceguera que desde joven le alejó del trabajo y de su vida, supo reinventarse y buscar el lado positivo, sin rendirse.

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Ahora además se encuentra dando charlas motivacionales, ya que como él mismo David señala:

"Si no encuentras tu camino, constrúyelo".

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Es el mejor ejemplo, de que nuestras metas, están tan cerca como lo que luchemos por ellas.